martes, 24 de septiembre de 2013

Momias en la congregación

Desde tiempos inmemoriales la celebración ha sido una de las maneras para expresar victoria. Cada vez que sucede un hecho de felicidad, alegría y gozo, celebramos. Nuestra manera de celebrar es haciendo una fiesta e invitar a amigos, familiares y gente conocida para que comparta nuestra felicidad. En toda celebración no puede faltar la danza. Bailar demuestra libertad. Mover el cuerpo hace que liberemos tensiones y lleguemos a un estado de "nada importa más que bailar".
Observaba en la iglesia que las únicas personas que bailan son las relacionadas con esa área: danza. Muy rara vez veremos personas danzar a menos que el líder de alabanza les persuada de hacerlo. El temor  y la vergüenza al que dirán, provoca que en un culto a Dios (dónde se celebra Su Nombre) nadie dance. Ahora bien, si a esas mismas personas las ingresamos en un boliche, un recital o un festejo de cumpleaños que haya música pegadiza, se bailan todo. No les da vergüenza hacerlo ya que es un lugar creado para eso. Muchos piensan que el templo es un lugar donde todos deben estar quietos, en constante reverencia, y quedarse sin moverse en su silla. Hoy quiero decir que eso es pura religiosidad. Se ha metido dentro de la iglesia el espíritu de cobardía. Si uno lee la biblia, se daría cuenta que la danza es parte de la vida de los que aman a Dios. Moisés y todo el pueblo danzó cuando salieron de Egipto. Un ejemplo muy claro es el de David, que danzaba delante del Arca de Jehová pero a su esposa Mical le disgustaba. ¿Cuántas veces hemos querido danzar y por vergüenza no lo hemos hecho?; ¿cuántas veces hemos comenzado a danzar y porque los demás nos criticaban dejamos de hacerlo?; ¿a quién debemos agradar: a Dios o a los hombres?. Amo la respuesta que David le dio a Mical cuando ella lo criticaba por andar bailando para Dios...

David le contestó:

—Si dancé, lo hice para agradar a Dios. Y recuerda que fue Dios quien rechazó a tu padre y a tu familia. Además, fue Dios mismo quien me eligió como rey de su pueblo. Y si a ti te parece que me rebajo, pues seguiré rebajándome. Pero aun así, esas sirvientas que dices comprenderán por qué lo hago, y me honrarán.
                                                  
2 Samuel 6:21-22 (TLA)
A Dios le agradó que él danzara pero no le agradó la actitud de Mical, tanto así que la Biblia dice que ella "nunca tuvo hijos". Se necesita gente como David que sólo quieran agradar a Jehová. No interesa que dirán de nosotros por bailar ante el Rey, si bailamos bien o bailamos mal tampoco interesa, Dios mira el corazón. Si Jesús nos dio vida y nos hizo libres, ¿por qué parece que estuviésemos momias: muertos y atados?.

Alaba su nombre con danza,
   y acompáñala con panderetas y arpas,
                                Salmos 149:3 (NTV)

Después de todo, como poder contenernos a danzar si Él ha hecho grandes cosas en nuestra vida. Dios es fiel, prefiero bailar para Él que bailar para las tinieblas. ¡Que importa lo que nos diga la gente! Si ellos aman a Jehová, no deberían de criticarnos. Es más la Biblia dice: 

Tú cambiaste mi tristeza y la convertiste en baile.
Me quitaste la ropa de luto y me pusiste ropa de fiesta,
                                                     Salmos 30:11 (TLA)



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