sábado, 15 de febrero de 2014

¿Qué vamos a comer hoy?

De donde más te alimentas, mas reflejas al mundo. Tus actitudes, tu manera de hablar y de expresarte, todo eso proviene de con quien pasas más tiempo y a quien admiras. Si no te gusta lo que estas siendo, cambia de enfoque. Cuando uno deja de enfocarse en un hombre y comienza a enfocarse en Dios, puede que crezcamos más de lo normal. No te alimentes de un fin de semana.

Hay gente que tiene por costumbre alimentarse solamente de lo que se le da un domingo en una reunión de la iglesia, ingieren todo lo que se les dice desde una plataforma sin si quiera tener la facultad de discernirlo. Por eso, podemos siempre observar a la generación robot. Hablan, caminan y accionan de la misma manera que lo hace su proveedor de alimentos, no les interesa que es lo que Dios opina sino que ponen su confianza en la figura de un líder o debería decir de un incuestionable líder. Digo incuestionable porque al ser su cocinero, es como si fuese su héroe y todo lo que dice es absolutamente irrefutable, el famoso "intocable".

¿Cuándo fue la última vez que preparaste tu propio alimento y no esperaste a que te lo prepare otro?. ¿Cuando fue la última vez que hablaste con Dios y no porque necesitabas un milagro?. ¿Cuándo fue la última vez que leíste la Biblia, no en una reunión y mucho menos en la pantalla de la iglesia?. ¿Cuándo fue la última vez que adoraste a Dios en espíritu y en verdad y no porque un domingo te hicieron levantar la mano y creíste que eso era adoración?.

Jesús les respondió:
—Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.

Juan 6:35 (NTV)


Una de las principales formas de alimentación es a través de la adoración. Allí es dónde pagamos por los víveres, para luego preparar la comida y alimentarnos. Básicamente, Jesús es el supermercado y la adoración es el dinero para comprar los alimentos. ¡Jesús debe ser tu comida!.

Somos seres tripartitos, es decir, cuerpo, alma y espíritu. Al cuerpo se lo alimenta con alimentos físicos. Al alma se le alimenta con emociones, es el centro de todas las emociones. De ésta sale la risa, el llanto, el enojo, la ira, la felicidad, la tristeza y otras tantas. Su alimento es ése: las emociones. Al espíritu se lo alimenta con alimentos espirituales.
Uno se alimenta todos los días, generalmente 3 veces al día y en ocasiones pueden ser más. Si no ingerimos alimentos, nuestro cuerpo se debilitaría y moriríamos, de ahí su importancia porque es combustible para nuestro organismo.
De la misma manera al espíritu se lo debe alimentar, con oración, adoración y alabanzas a Dios, leer la Biblia, Su Palabra es parte de nuestro alimento diario. Imagina que si al cuerpo lo alimentas en el desayuno, el almuerzo y la cena, ¿al espíritu habría que darle menos?.

Así que dejemos de consumir en los lugares de comida rápida y comencemos a preparar nuestro alimento en casa y con mucho amor. Se dice que uno es lo que come, la pregunta aquí, es: ¿Qué estas comiendo?, ¿con qué te alimentas?... ¿Te alimentas con Twitter, Facebook, Instagram y otras redes sociales?, ¿te alimentas con televisión, novelas, fútbol, series, películas?, ¿te alimentas con relaciones de amistad que insultan y son unos irrespetuosos?, ¿qué me dices de la música, con que música te alimentas?.
Que uses las redes sociales, que veas televisión, que tengas amigos y que escuches música no está mal, lo malo es cuando te alimentas mucho tiempo con ellas y terminas comiendo basura. Déjamelo ponerlo así: al ser nosotros seres espirituales, nos alimentamos constantemente, conscientes  o inconscientemente de todas las cosas. El mundo espiritual es real, todas las cosas que existen tienen un espíritu, por ejemplo las canciones nos afectan, ¿nunca has escuchado un tema con una melodía suave y una letra triste y te dieron ganas de llorar?. O podrías escuchar un tema muy alegre y comenzar a sentirte mejor. A Saúl, ex rey de Israel, le sucedió:


Y cada vez que el espíritu atormentador de parte de Dios afligía a Saúl, David tocaba el arpa. Entonces Saúl se sentía mejor, y el espíritu atormentador se iba.
1 Samuel 16:23 (NTV)

Lo que quiero decir es que, esa música que escuchas te afecta, te alimenta para bien o para mal, tus amistades te alimentan (Dime con quien andas y te diré lo que no quieres oír), todo lo que ves en la televisión y en las redes sociales te alimenta. Y si no te alimentan de Dios, te alimentan del diablo. Entonces cuando uno quiere hacer las cosas bien y comer el alimento de Cristo, tu ser infectado de basura rechaza hacer la voluntad del Padre. Por el contrario, cuando tu ser esta lleno de alimento de Luz, rechaza la basura que el diablo puede ofrecerte. Dependiendo de quien alimentes será tu vida y ni hablar de tu eternidad. Comienza a alimentarte hoy de la manera correcta, no esperes la comida de los fines de semana porque eso no es suficiente. Entonces, ¿qué vamos a comer hoy?.

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