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miércoles, 30 de diciembre de 2015

La palabra de Dios siempre da aliento a tu vida.

No te sientas mal si tienes aflicciones y estás con Cristo, siéntete mal si tienes aflicciones y no estás con Él porque claramente está escrito que solamente a los íntegros, los justos, los hombres honrados, los que son de Dios tienen rescate, tienen libertad, tienen ayuda de su parte.

El Salmo 34, versículo 19 (NTV) dice:

"La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión."

Si amas a Dios y estas teniendo oposición, si por hacer la voluntad de Dios enfrentas adversidades, si por seguir a Jesús no paras de tener problemas: ¡Alégrate!... Sí, ¡alégrate!

Cuando uno tiene toda su confianza en Dios porque le conoce y sabe de sus promesas, las aflicciones te producen gozo, las esperas eternas te producen paciencia, te conviertes en una personas amable, humilde y llena de fe y por sobretodo tiendes a tener dominio propio. En otras palabras:

"Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada." 
Santiago 1:2-4 (NTV)


Por esa misma razón, lo que intento decirles es:

"Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos." 2 Corintios 4:8 (DHH)

No sé si ustedes me están entendiendo, si no lo están haciendo pues entonces les dejo las palabras textuales que Jesús dijo en Juan 16:33 (NVI):

"Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo."

¿Ahora sí?... ¿estamos en la misma sintonía?... pues entonces:

"Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense!"   Filipenses 4:4 (DHH)

Entonces que ya sabemos que nuestras dificultades son pasajeras y que Dios está de nuestro lado, creo que ya no hay nada que decir... aunque quizás deba decir:
NO TEMAS.
No temas cuando debas caminar sobre el mar de la angustia, no temas cuando te encuentres rodeados de los leones feroces (enfermedad) que quieren comer tu carne, no temas cuando toda tu barca (mente) sea sacudida por olas tempestuosas de pensamientos de querer tirar todo por la borda, no temas cuando todo esta muerto o aparentemente muerto a tu alrededor, no temas al gigante, no temas a la situación... Esto te dice el autor y consumador de nuestra fe, quién murió por todos tus fracasos:

"No temas, cree solamente" Marcos 5:36 (b)(LBLA)

miércoles, 7 de agosto de 2013

Yo tengo... ¿una promesa?

Yo creo que es fácil vivir una vida de cristiano, lo único que debemos hacer era amar a Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerzas; y amar al prójimo como a mi mismo. No es algo tan difícil de hacer, sólo debes orar y creer en Jesús, tener una relación personal con Él y practicar o aplicar todo lo que se nos enseña en la Biblia. Ser Justo es posible. Difícil es para aquellos que no lo hacen.!
Yo observaba a la gente que está llena de promesas y llena de profecías en su vida, gente que sería grande en el Reino de Dios y el sólo escuchar las proclamas que les hicieron eran dignos de respeto; pero, ¿Por qué son solo grandes cosas a un tiempo futuro?; ¿por qué hay que esperar tanto?; ¿acaso no sería mas fácil que se convirtieran en su futuro en tan sólo unos instantes?.
Yo tenía tantas preguntas y tan sólo una respuesta: procesos. Esa palabra que me cansé de escuchar y que quizás por solo conocerla no le daba la importancia que se merece. Proceso significa, según la RAE, "conjunto de fases sucesivas de un fenómeno"; "curso transcurso del tiempo"; "tratamiento conjunto de operaciones a que se somete una cosa para transformarla"; " Conjunto de las diferentes fases o etapas sucesivas que tiene una acción o un fenómeno complejos". En todas las definiciones vemos que es un conjunto de fases o niveles sucesivos que lleva tiempo y logra transformar a algo o alguien.
Los procesos no son del todo agradables porque para poder transformar algo se necesitan muchos retoques dolorosos. Más que retoques son golpes, dónde uno es destrozado, derribado y vuelto a formar, construir. Es una etapa sucesiva por lo tanto apenas terminamos una fase nos metemos de nuevo en otra, hasta que sea completa la transformación. Somos nosotros un bloque de mármol y Dios con un cincel y un martillo dándonos forma.
Las personas que llevan promesas suelen desesperarse por su cumplimiento. Otra de las cosas que he visto es que éstas personas suelen ser orgullosas, también de que piensan que por tener una promesa pueden hacer lo que quieran porque "si Dios lo dijo, Dios lo cumple" y luego están los temerosos. Estos factores son lo que pueden abortar o retrasar por años una promesa.
Dios no otorga nada gratis, siempre exige una acción de nuestra parte. Dios nunca va a dejar vasijas de barro sin terminar, Él siempre entrega la obra terminada. Dios siempre nos muestra nuestro estado final porque si nos mostrase nuestros procesos, directamente desistiríamos de cualquier promesa dada por más gloriosa que sea. Hay un precio que pagar, hay que hacer sacrificios...
Cada uno es responsable de acercar o alejar el propósito en su vida. Si en vez de andar jugando e hiciésemos hincapié en Dios, muchos dormidos serían despertados. Hay un versículo que llamó mi atención, Josué 1:9 (NTV), dice así:
Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”».
No hay que perder de vista hacia donde vamos, por más que las cosas se tornen un poco oscuras y no veamos una salida aparente, aún cuando ni si quiera escuchemos la voz de Dios, todo esta bajo control, la Biblia es nuestra espada y está llena de instrucciones.
Atiende a mis palabras, hijo mío; préstales atención.  Jamás las pierdas de vista, ¡grábatelas en la mente!  Ellas dan vida y salud a todo el que las halla. Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida.  Evita el decir cosas falsas; apártate de la mentira.  Mira siempre adelante, mira siempre de frente.  Fíjate bien en dónde pones los pies, y siempre pisarás terreno firme. No te desvíes de tu camino; evita el andar en malos pasos.
          Proverbios 4:20-27(DHH)
Para ir terminando, si tenemos una promesa hay que caminar sobre ella haciendo que se active en nosotros. Creyendo y comportándonos como si ya fuesemos lo que deberíamos ser. Es mirar más alla de lo que se ve, caminar dónde nadie a caminado y confesar lo que nadie jamás ha confesado. Siempre con la mirada puesta en Jesús.