miércoles, 8 de enero de 2014

Cuidadito... Cuidadito

Siempre recuerdo la frase de la película "Monster Inc.", dónde la anciana le recordaba al inexperto muchacho que siguiera las reglas de la compania al ordenar su papeleo. Claro está que el joven nunca lo hacía, por ende la anciana le respondía: Cuidadito Wasausky... cuidadito.

Lo que hoy quiero decir es que tengamos cuidado. Muchas veces olvidamos la importancia de cuidar nuestros sentidos de persepción, donde nos llega y sale información. Cuidar significa poner interés y esmero en la ejecución de algo. Guardar, proteger, conservar. Por lo tanto vamos a hacer eso:

Cuidar nuestros ojos: ¿qué es lo que estamos mirando?, ¿agrada a Dios lo que vemos?. Dicen que los ojos son la ventana del alma, cuando miran en tus ojos, ¿qué ven?, ¿que reflejan?. Así lo dijo Jesús:


Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad. Y si la luz que crees tener en realidad es oscuridad, ¡qué densa es esa oscuridad!
Mateo 6:22-23 (NTV)

Hay que aprender a ver: leer libros, mirar programas de televisión, vídeos y fotografías en la internet, todos que edifiquen, que den luz a tu cuerpo. Debemos dejar de observar las cosas terrenales y comenzar a observar las cosas de arriba.

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1 Juan 2:16 (RVR60)

No pequemos con nuestros ojos cuando pasa una linda mujer o un lindo hombre, está claro que los ojos son para mirar pero no para mirar al prójimo deseándolo, ni hablar de la pornografía, eso ensucia todo tu ser. Hay algo que Jesús dijo que espero que no lleguemos a tal punto:

Si lo que ves con tu ojo derecho te hace desobedecer a Dios, es mejor que te lo saques y lo tires lejos. Es preferible que pierdas una parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
Mateo 5:29 (TLA)

Cuidar nuestra boca: Una de las maneras de saber como está tu mundo interior es escuchándote hablar. ¿Qué sale de nuestra boca?, ¿cuál es nuestra manera de hablar, de expresarnos?. ¿Impartimos bendición o maldición?, ¿damos alegría o tristeza?. La Biblia dice:

La lengua tiene poder para dar vida y para quitarla; los que no paran de hablar sufren las consecuencias.Proverbios 18:21 (TLA)

Debemos ser más cuidadosos con nuestras palabras y no, a las palabras no se las lleva el viento, son como semillas esparcidas en tierra fértil, que dan su fruto a su tiempo. ¿Qué estamos sembrando?.


Lo que entra por la boca no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por las palabras que salen de la boca.

Mateo 15:11 (NTV)



¿Qué me dicen del hablar pavadas todo el tiempo?; ¿algunas vez vamos a decir algo edificante?.


Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado.
Mateo 12:36 (DHH)


El que cuida lo que dice protege su vida; el que sólo dice tonterías provoca su propia desgracia.
Proverbios 13:3 (TLA)

Si lo que vamos a hablar no es algo prudente, es mejor callar. Si nuestra boca nos hace pecar, es mejor callarnos. 

Hasta el necio pasa por sabio e inteligente cuando se calla y guarda silencio.
Proverbios 17:28 (DHH)

Y los que somos puras burlas e insultos, ¿es eso lo que Dios quiere de nosotros?. ¿Nos dio Dios la boca para maldecir a nuestro prójimo, a la creación o a Él mismo?. ¿Por qué insultamos?. La Biblia nos dice que abandonemos la mala manera de hablar y también nos dice que todo lo que digamos, vamos a tener que comérnoslo.

Pero ahora dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes.
Colosenses 3:8 (DHH) 

Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras.
Proverbios 18:20 (DHH)

Si hablamos mal por las amistades, no piensen que vamos a marcar la diferencia estando con ellas porque escrito está:

No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

1 Corintios 15:33 (RVR60)


Cuidar las manos: a través de ellas, nos comunicamos con los demás seres humanos y sobre todo con Dios. Aparte de la higiene personal de las manos, existe la higiene espiritual. ¿Qué tocan nuestras manos que no es apto ante los ojos de Dios?. ¿Las utilizamos para golpear?. ¿Acaso hurtamos con ellas?. ¿Qué expresamos con ellas, que señas hacemos?. ¿Están manchadas con sangre?.

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

1 Timoteo 2:8 (RVR60)

¿Manos santas?, sí, manos libres de pecado. Por eso son importantes nuestras manos, las levantamos hacia un Dios Santo. 

Levanten manos santas en oración, y alaben al Señor.

Salmos 134:2 (NTV)


Cuidar nuestros pies: ¿qué rumbo estamos tomando?, ¿hacia dónde caminamos?. ¿Estamos caminando por la senda angosta o por la ancha?.

Sólo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son sólo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.
Mateo 7:13-14 (NTV)

Hay momentos para caminar, otro para detenerse y otro para correr. No hay que ser apresurado, porque cada vez que uno se apresura, tiende a caerse. Debemos pensar y meditar por donde estamos caminando para no desviarnos del camino. 

El alma sin ciencia no es buena, Y aquel que se apresura con los pies, peca.Proverbios 19:2 (RVR60)


Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.
Proverbios 14:12 (NVI)


Cuidar nuestros oídos: ¿qué clase de palabras dejamos entrar a nuestro corazón?. ¿Qué conversaciones tenemos?. ¿Oímos la voz de Dios  o sólo la de los hombres?. Nuestro corazón no es un cesto de basura para que cualquiera pueda depositar allí lo que quiera. Hay que aprender a seleccionar lo que oímos, los chismes y los rumores son muy dañinos. Aprendamos a alojar vida y no muerte.

 Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.

Romanos 10:17 (NVI)



Cuidar nuestro corazón: Creo que todos las partes mencionadas anteriormente tienen al corazón como objeto principal. Los ojos, la boca, las manos y los oídos dependen directamente del corazón porque:

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
Proverbios 4:23 (RVR60)

Todo lo que hacemos esta condicionado a él. Nuestras acciones externas son reflejo de lo que hay en nuestro interior. Si algunas vez se preguntan por que hacemos, decimos, vemos y tocamos tal y tal cosas es por el corazón.

¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice.
Mateo 12:34 (NTV)

Nuestro receptores externos (los que hay que cuidar) alimentan al corazón que le da vida a ellos mismos. En otras palabras, mientras más nos limpiemos el pecado que llevamos dentro, nuestro corazón va a comenzar a ver y a llenarse de luz, va a hablar vida, esperanza y alabar a Dios, va a usar las manos para dar y adorar, va a usar los pies para mantenerse en la senda angosta y va a utilizar los oídos para obtener fe.
Sin un corazón puro, jamás veremos a Dios. Cuida tu Corazón. Comencemos a utilizar los receptores que Dios nos dio para hacer su voluntad y veremos la diferencia entre hacer lo justo ante los ojos de Dios y hacer lo justo ante la carne. 

Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios.
Mateo 5:8 (NTV)


Recordemos siempre que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo. Él habita allí, por lo tanto debemos cuidarlo y hacer agradable su estadía. 

Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.
Romanos 12:1 (NTV)




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