viernes, 4 de enero de 2013
De nada sirve una palmada en la espalda
Muchos buscan figurar y hasta pierden su dignidad en ello. Muchos
tratan de ocupar una posición, hacen hasta lo mas humillante y aberrante con
tal de que alguien "importante" les salude, incluso gastan su tiempo,
fuerza y vida con tal de complacerle. Todo lo que hacen lo realizan para llamar
la atención de las personas v.i.p. Si uno le pide algo pequeño como un vaso de
agua no te lo dan pero si se los pide el "admirado" harán hasta lo imposible
para conseguirle su vaso de agua y en el menor tiempo posible. No les interesa
a quien tienen que pasar por encima para lograrlo, se enorgullecen de si mismo
y actúan con arrogancia. Su corazón esta lleno de avaricia. Parece que sean
olvidado que Dios no mira las apariencias. Delante de Él las caretas se caen. A
veces me pregunto, ¿Importa mas ser reconocido por personas que les atribuimos
fama que ser reconocido por Dios?. ¿Dónde esta nuestro corazón cuando realizamos
acciones? ¿Solo actuamos cuando nos miran? ¿Estamos esperando recibir algo a
cambio?... ¿Dónde estarán los David que apacientan ovejas?... Que Jehová tenga
misericordia de nosotros.
"
"Donde esta tu corazón esta tu mente. El servicio nace del corazón. No espera nada a cambio. Es un acto de entrega. Se hace con excelencia. Cuando el servicio es genuino no se espera una palmada en la espalda ni un halago por lo que hacemos. Es un honor desgastar, invertir dinero, tiempo y vida en servir a Dios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario