viernes, 1 de febrero de 2013

Siempre hay algo más

Hay algo más para hacer. Hay algo más para decir. Hay algo más para pensar. Hay algo más para soñar. Hay algo más para superar. Hay algo más para ser feliz.
Todo lo que nosotros logramos esta bien pero siempre se puede ir un poco más allá. Apropósito todos deberíamos dar un poco más, un extra, un segundo esfuerzo...
Abraham fue el padre de la promesa pero tuvo que ir más allá al entregar a su unico hijo como sacrificio, a cambio de eso la bendición sobre su vida se desató de una manera sobrenatural. Moisés cruzó el mar rojo con todos los libertados de Israel y todo no terminó allí debió dar más e ir tras la tierra prometida habiendo antes transitado a pie 40 años en el desierto. David tuvo que enfrentar a un gigante y vencerlo pero fue más allá, le corto la cabeza y su fama se extendió por todos los pueblos. El mismo Jesús tuvo que ser crucificado como cordero para limpiar nuestros pecados pero Él fue más allá y descendió al seol para arrebatarle la llave de la muerte a el diablo.
Siempre hay algo más para entregar pero toda entrega tiene su precio y no todos están dispuestos a pagarlo.
¿Qué hubiese pasado si estas personas y otros tantos hubiesen desistido en dar un poco más?. ¡No quiero ni imaginarmelo!.
Si en vez de conformarnos con lo que estamos obteniendo nos decidiesemos entregarnos un poco más, si hiciésemos un extra o un plus a nuestras cosas, ¿qué obtendríamos?.
Las grandes historias nos cuentan que siempre los que deciden dar un poco más de sí mismos logran hazañas extraordinarias... Eso sí, debieron dejar mucho para alcanzar el todo.
Podemos en todo momento hacer "el más" pero lo difícil es tomar la decisión. En la película "La lista de Schindler" Oskar, el alemán nazi, en sus palabras finales dijo: "Pude salvar a más... si me hubiese despojado de mi auto podría haber salvado a 10 personas más y si hubiese dado mi botón de oro podrían haber sido 1 ó 2 más".
¿Qué deberiamos despojar hoy para poder alcanzar más?, Si tuviesemos que salvar a personas con nuestra predisposición, ¿a cuántos rescataríamos?.
Nadie nunca podrá decidir por tí y por mí, es nuestra responsabilidad ser reconocido como uno más del montón o como un extraordinario, un fuera de serie, una persona único.

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